Estimada/o compañera/o:

Esta semana ha saltado a los medios de comunicación, incluso a nivel nacional en TV1, la vista del juicio contra la actuación intrusa de Ana Isabel Samaniego, vista en la que se ha personado el COPCYL como acusación particular en defensa de los derechos de un menor atendido por una persona que dice ser coach, aunque lo verdaderamente grave es que, presuntamente, se ha hecho pasar por profesional de la Psicología frente a los padres de dicho menor, privando con su actuación la intervención de una verdadera profesional y poniendo en peligro la salud del menor.

Además de este asunto, existe otro, en mi opinión no menos grave que el anterior, y es que la persona a la que se le ha acusado de intrusismo con unas pruebas determninantes, ha recibido el apoyo de una compañera psicóloga que, al parecer ha realizado un informe exculpatorio de la Sra. Samaniego, aunque dicho informe ha debido ser de tan poca calidad que el propio Juez le ha reprochado usurpación de funciones, además de denominarlo “escaso y pobre”.

Es una lástima que, con lo difícil que resulta en nuestra profesión la lucha contra el intrusismo, nos encontremos entre las/os propias/os colegiadas/os compañeras/os dispuestas a defender, incluso por escrito, la codicia de falsos profesionales, contribuyendo con su actuación al desprestigio de la profesión y de las/os auténticas/os profesionales colegiadas/os.

En cualquier caso la política del COPCYL es bien conocida ya que defiende amparado por el Consejo General de la Psicología de España, que para el ejercicio del coaching es imprescindible la titulación previa en Psicología y seguiremos defendiendo nuestra profesión ante quien se atreva a intentar usurpar nuestras funciones aunque en esta lucha no se pueda contar con absolutamente todas/os las/os colegiadas/os como se ha demostrado en este caso.

Ahora nos queda esperar la sentencia, y confiamos en que la Justicia cumpla con nuestras expectativas además de las de la acusación particular y la propia Fiscalía que ha realizado un informe ejemplar en defensa de las profesiones colegiadas.

 

Por otro lado, es posible que no supieras que en el COPCYL existiera la Fundación Juan Huarte de San Juan para el Fomento de la Psicología y digo esto porque, a pesar de lo atractivo de su nombre, a lo largo de su historia no se puede decir que haya destacado por dicho “fomento”.

De hecho, en su haber estaba prácticamente la agrupación de “Elementos de la Psicología” que se llevó a diferentes ciudades para ser expuestos terminando en la Facultad de Psicología de Salamanca en donde, al parecer, se ha diluido entre otros elementos propios de dicha facultad aunque muchos de ellos en su momento fueron únicamente prestados y se deberían haber devuelto hace años a sus legítimos propietarios, también obra en su haber la publicación de un libro, la organización de algunos cursos y lo que no sé muy bien cómo denominar ya que debería haber sido una investigación, pero es que al final no llegó a ninguna conclusión por la que, en mi opinión, fue una negligente gestión de quien figuraba como director de dicha “investigación”, no siendo útil para nada, ni para nadie.

Recuerdo cómo en las asambleas, cuando los colegiados intentábamos pedir explicaciones de dicha Fundación, algunos de los patronos saltaban como un resorte levantando la voz para decir aquello de “esta es una Asamblea del Colegio y no una reunión de la Fundación” seguramente con el objetivo de no dar explicaciones y, por lo tanto, ocultar una nefasta e inútil gestión.

Mi sorpresa fue que cuando me incorporé en la Junta de Gobierno del COPCYL como vocal por Valladolid y en las primeras Juntas de Gobierno a las que acudí algunos vocales pedíamos explicaciones de dicha Fundación se nos contestaba de igual manera por parte de los mismos patronos que no querían informar en las asambleas.

A partir de entonces, uno de mis objetivos personales y de mi equipo fue acabar con una institución opaca e inservible que entre sus miembros se encontraban compañeros que no estaban dispuestos, no solo a hacer una gestión eficaz, sino además transparente y que parecía además que lo que buscaban era perpetuarse dentro del Colegio de forma indirecta a través de esta Fundación.

En este objetivo coincidimos todos los miembros actuales de la Junta de Gobierno del COPCYL y decidimos colaborar con algunos de miembros de la Junta anterior que compartían nuestra opinión para llegar a extinguir la Fundación.

A pesar de que el objetivo estaba claro y que pusimos todo nuestro empeño, resulta que extinguir una fundación es una cuestión ardua, pesada y llena de procesos burocráticos con la Administración, pero hoy podemos decir con satisfacción que hemos recibido la notificación de la inscripción de la extinción de la Fundación en el Registro de la Dirección General de Relaciones con la Sociedad Civil de la Junta de Castilla y León por lo que el Colegio se libra de esta lacra y se muestra como debe ser, como una institución única, transparente, abierta y al servicio de todas/os las/os colegiados de Castilla y León.

En aras de dicha transparencia, se adjunta el documento remitido por la Junta de Castilla y León.
JUSTIF. JCYL PRESENTACION ESCRITURAS LIQUIDACION

A la espera de que las noticias sean de tu interés, recibe un cordial saludo.

Jaime Gutiérrez Rodríguez
Decano-Presidente