Doctor en Psicología, Juan Manuel se ha hecho con uno de los premios extraordinarios de la USAL por su tesis, que incluye la creación de un protocolo de intervención psicológica para personas que sufren duelo patológico.

Juan Manuel Sánchez. FUENTE: UPSA

P: ¿Cómo comienzas a trabajar en esta temática?

R: Bueno, yo inicié mi tesis en Zamora en la Fundación Intras y por aquel entonces se estaba poniendo a prueba una herramienta de realidad virtual para trastornos adaptativos, así que se nos ocurrió aplicarla a los procesos de duelo. Finalmente no resultó útil porque la gente mayor no es precisamente ducha en las nuevas tecnologías, pero a raíz de esa experiencia decidimos ampliar el protocolo a una muestra mayor de pacientes. Al final salió una tesis interesante y los resultados son bastante relevantes a la hora de ayudar a pacientes que pasan por esta experiencia.

¿En qué consiste el protocolo?

Los duelos pueden desarrollarse por cualquier tipo de pérdida, pero este protocolo está centrado en la muerte de un ser querido. Cuando eso pasa, en un 60-70% de los casos el duelo se produce de forma normal. En el resto hay complicaciones y la tristeza crece. Si pasan más de seis meses y las complicaciones se agravan, puede considerarse un duelo patológico. El protocolo engloba una entrevista inicial y siete sesiones. La primera y segunda, para aceptar la realidad de la pérdida. La tercera, orientada a la expresión de las emociones (ira, culpa, impotencia…). La cuarta, para adaptar al paciente al día a día sin la persona que se ha marchado. La quinta se centra en la reubicación emocional.  En este sentido, con la gente poco espiritual se trabaja desde el recuerdo. Con el resto depende de su creencia y de cómo expresen su espiritualidad. La última sesión es de cierre y evaluación.

Y, ¿resulta efectivo?

Sin duda. Cuando lo hemos puesto en práctica mejora el estado de ánimo de la persona; la esperanza en la recuperación; todos los síntomas físicos; las sensaciones; comportamientos, pensamientos…

¿Por qué centraste tu tesis en este asunto?

Siempre me había interesado el duelo en niños, pero a raíz de la muerte de mi abuela me fui orientando hacia los cuidados paliativos y finalmente cambié de tema. El planteamiento es que, si soy capaz de olvidar mi propio sufrimiento, puedo centrarme en ayudar a otras personas que también sufren. Es importante no huir del dolor de otros.

¿Vas a seguir investigando en este sentido?

Sí. De hecho, mis últimos estudios han versado sobre los desencadenantes del duelo patológico. Ahora trabajo en la elaboración de cuestionarios orientados a detectar qué personas pueden desarrollarlo y así poder prevenirlo.